Durante años, esperé a que mi pareja me llevara al cine, intenté ir con mis hijos, pero siempre estaban ocupados o tenían otros compromisos.Un día escuché una conferencia donde nos decían que porque le dejamos a los demás nuestra felicidad en sus manos, si te gusta el cine, vé al cine, no esperes que alguien más te haga feliz. Así que, desde hace un tiempo, al igual que muchas cosas, pongo la felicidad únicamente en mis manos.
Una de mis películas preferidas, Cartas a Juliete, me mostró que el amor puede vivir ahí en una esquinita de tu corazón, soy una romántica incorregible.
Pero igual me encanta la película de perfume de mujer, mas allá de la vida, serendipity, 50/50. tienes un e mail...no acabo.
Quizás la vida no es tan romántica como la boda de mi mejor amigo, beso francés, o Notinghill... la realidad puede ser mas difícil, por seguro, para la mayoría de nosotros.
Pero de lo que sí estoy segura, es que después de una de estas películas, la sensación de una posibilidad, por mínima que sea, atrapa mi entusiasmo.
Ya traigo mis palomitas, mi refresco y mi hot dog, voy a dejar a mi mente volar y disfrutar que puedo escoger que película quiero ver.
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