Fuimos a un taller de superación personal, nos dieron una explicación de lo que era la codependencia, luego nos pusieron unos ejercicios, donde teníamos que poner "Que me hace feliz" hablar de que nos produce ser felices. También otro ejercicio de sentimientos, donde debíamos escribir: Que siento, que necesito, que debo hacer, que nunca hago.
Imagínense mi lista, empecé por que me hace feliz. Una nieve de TARO, ¡mmmh! Casi llené las dos hojas por los dos lados. La conferencista que dirigía el taller nos pidió que pasáramos la hoja con la compañera de un lado, para que habláramos de nuestra lista.
A mi lado estaba una señora linda sonriente, me dijo -"Empecemos por tu lista" y sorprendida leyó lo que escribí, me dijo que debía ser mas paciente, porque todo lo que escribí denotaba mi poca tolerancia hacia cualquier cosa que me hiciera sentir manipulada, cualquier cosa que sonara a devaluación me podía convertir en un monstruo de dos cabezas, un signo mínimo de maltrato, sobre todo hacia mis niños, respondo como el comercial ese de la mantequilla chantilli. Me dió consejos llenos de paz.
Cuando empecé a leer su lista, Dios mío, ella pedía: Escuchar música en paz, tiempo para ir al parque a escuchar los pajaritos, tiempo para leer un libro, quería ir a la playa a ver las olas. Le pregunté que le impedía gozar de esas pequeñas cosas, me dijo- "Es que cuido a mi madre que está postrada en cama, y mi hermana tiene muchos años enfermita, no tienen a nadie mas que a mi, así que espero con fé, que un día pueda hacer alguna de esas cosas en paz" terminando con "...y ya tengo 63 años"
Nueva lista...Un Taro(eso no lo cambio), disfrutar lo que tengo en mi entorno cada día, antes de que algo me impida disfrutarlo y dar gracias porque puedo vivirlo en libertad.
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