martes, 5 de noviembre de 2013

YO TUVE UNA AMIGA ASI...

Recientemente recibí una invitación de amistad, en facebook, el solo nombre me llenó la cabeza de recuerdos, mi primera amiga en Monterrey cuando llegué a estudiar la preparatoria.

Llegada de una ciudad como Reynosa, en aquellos tiempos, una ciudad pequeña, era muy dificil para mí llegar a la prepa donde estudiaba, por pura suerte, tomé clases con ella, que llegaba de la ciudad de Matamoros, era todo un reto tomar el autobús, la ruta 61, llegar a una enorme calle y emprender el ascenso.

Ella siempre tenía la mejor manera de llegar a todos lados. Así que decidí ir hasta su casa para así tomar juntas el mismo camión. Un día llegué por ella y traía una sudadera azul, su pelo largo tapaba la gorra en su espalda, mientras caminábamos, hablaba de lo que había hecho el día anterior, esperábamos el camión y yo la veía mientras explicaba con su manera de hablar muy animada, cuando le sale de entre el pelo un ratón blanco...el susto me hizo brincar hacia atrás y ella solo me dijo, es mi mascota, creí que estaba aburrida y la traje a pasear.

Un día, nos sorprendió un exhibicionista, ella con su peculiar manera de responder, volteó a ver al agresor, directamente a la cara y con una mueca le dijo: "Para eso, yo que usted mejor me la guardaba, solo dá lástima" a lo que el hombre respondió cerrándose la gabardina, estoy segura que no volvió a intentar hacerlo con el trauma que le causó.

Si algo veía injusto, inmediatamente respondía con un reclamo, no le importaba si era un compañero, un maestro, o el mismo director.

Amiga...fué un placer haber compartido contigo ese tiempo tan importante para mí. Por personas como tú aprendí que la vida valía la pena vivirla.

Con cariño a Hortencia.

LAS PALABRAS CONVENCEN PERO EL EJEMPLO ARRASTRA

A veces pensamos que tomar el tiempo para explicarle a nuestro hijo es suficiente para enseñar y explicarles porque deben de seguir las reglas, tener deber cívico que solo nosotros entendemos o valores cuando no se pueden ver.

Como decirle a nuestro hijo que no mienta y le decimos cuando habla esa amiga que nos quita mucho tiempo, "Dile que no estoy"

O hablarle de respeto cuando te pasas un semáforo en rojo, porque saliste tarde de la casa. ¿Alguna vez te diste vuelta en un lugar donde decía que no debes hacerlo? Y les pedimos deber cívico, cuando tus acciones son de beneficio personal y perjudicas a los que te rodean.

La congruencia con el soy y lo que digo, es el ejemplo que ellos seguirán no importa lo que salga de tu boca.

Las palabras convencen.....pero el ejemplo arrastra.